Un documento del Gobierno desvela el estado del proyecto para dotar con tecnología a los ‘combatientes’ del Ejército

Un documento del Gobierno desvela el estado del proyecto para dotar con tecnología a los ‘combatientes’ del Ejército

Bajo el nombre de Sistema de Combatiente a Pie (SISCAP) se recoge uno de los proyectos de renovación tecnológica destinados a los soldados del Ejército de Tierra; un plan para dotarles de equipamientos más modernos y avanzados, para mejorar las comunicaciones y potenciar algunas de sus cualidades, como la “eficacia de fuego” y la “supervivencia”. La Unión Temporal de Empresas entre Indra y GMV es la encargada de desarrollar la idea. Pero, ¿en qué estado se encuentra? ¿Cuál es el cronograma para su incorporación a las Fuerzas Armadas?

El Gobierno desvela en un documento algunas de las claves principales del proyecto, aunque apenas ofrece estimaciones temporales sobre su desarrollo y aplicación. En una respuesta tramitada a través del Congreso de los Diputados ante preguntas del Partido Popular (PP), sostiene que la citada UTE Indra-GMV es “la única capacitada para realizar el objeto del contrato”. Y, para ello, se ha comprometido un presupuesto de 3.050.000 euros.

El Ejecutivo -se infiere que la respuesta la ha tramitado el Ministerio de Defensa- afirma que el Sistema de Combatiente a Pie proporcionará capacidades relacionadas con la “eficacia de fuego”, el “mando y control”, la “supervivencia”, la “conciencia situacional” y la explotación de información”.

Los diputados del PP interpelaban sobre el calendario previsto para la puesta en marcha del proyecto. Sin embargo, Moncloa no ofrece plazos estimados, más allá de algunas consideraciones del momento de desarrollo en que se encuentra: “Actualmente el programa se encuentra en la fase de Consolidación y mejora de los subsistemas de información y comunicaciones, de Eficacia de fuegos y Fuentes de alimentación”.

La batería de preguntas también recogía cuestiones relacionadas sobre la integración del Sistema de Combatiente en otros proyectos del Ejército de Tierra o los de otras naciones aliadas: “A nivel nacional el sistema se integra con los actuales programas en curso -responde Defensa-. A nivel internacional el sistema es interoperable en operaciones tanto conjuntas como combinadas. No se ha recibido solicitud de participación o cooperación en el programa por parte de países europeos”.

“Está previsto, una vez el sistema sea puesto a disposición del Ejército de Tierra (ET), que sea sometido a un proceso de evaluación operativa”, concluye el Gobierno en su escrito.

Tecnología para el Ejército

Para encontrar más información sobre el desarrollo del proyecto basta con consultar la información proporcionada por Indra y GMV. El pasado mes de julio detallaban que ya se había efectuado una demostración operativa en la Academia de Infantería de Toledo del Ejército de Tierra “con esta solución que refuerza las capacidades de comunicación, información y eficacia de fuego del soldado”.

Asimismo, incidía en que los avances del Sistema de Combatiente a Pie estaban siendo supervisados por la Dirección de Armamento y Material (DGAM): “Un pelotón de legionarios evaluó el sistema simulando una misión de reconocimiento y otras de vigilancia diurna y nocturna. También llevaron a cabo distintas pruebas de tiro de día y de noche. La siguiente y última prueba a la que se someterá SISCAP en los próximos meses añadirá a esta ecuación la presencia del blindado 8×8 Dragón, que actuará como nodo de comunicaciones entre la unidad y el centro de mando y control táctico”.

Según apuntan desde la UTE, el objetivo del proyecto es es equipar a los combatientes con tecnologías avanzadas con las que intervenir en teatros de operaciones digitalizados, “en los que tendrán que operar en red con sistemas adaptados al nuevo concepto de nube de combate”. 

Así, el proyecto incorpora visores acoplados a los cascos que, con la realidad aumentada, permitirá a los soldados visualizar la ruta a seguir, la posición de sus compañeros y recibir diferentes indicaciones tácticas sobre amenazas y objetivos identificados. Además se instalarán visores tanto diurnos y nocturnos, cámaras personales (visible y térmica) para recoger imágenes y una radio más avanzada que le posicionará por satélite y le permitirá transmitir voz y datos, así como configurar distintos grupos para coordinarse. 

¿Y en relación con la capacidad de fuego? El arma reglamentaria incorporará visores y cámaras propias que amplían el alcance y la precisión de fuego y le darán la posibilidad de realizar un fuego indirecto, de modo que pueda ver en el visor del casco la imagen que capta la mira del arma para no quedar expuesto al doblar una esquina o entrar en un recinto cerrado, apuntan desde Indra y GMV. También incorporará controles para gestionar las comunicaciones sin necesidad de soltar el fusil y para evitar el fuego fratricida. 

El jefe de pelotón dispondrá, por su parte, de una tablet conectada con el sistema de gestión del campo de batalla (BMS) que portan los blindados del Ejército, quedando la unidad integrada así dentro de la cadena de mando.

Respecto a los plazos para la puesta en marcha de este proyecto en el Ejército de Tierra, la UTE ofrece más información que el Gobierno en su respuesta parlamentaria: «El objetivo de Indra y GMV es cerrar esta primera fase de desarrollo este mismo año, entregando los siete primeros prototipos funcionales en configuración de líder de pelotón. En siguientes fases se estudiará ya la posibilidad de fabricar una primera preserie de 40 o 50 sistemas, de cara a su evaluación en operaciones reales, para abordar después, a partir de 2030, su fabricación a mayor escala». 

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