Los Echavarría estuvieron detrás de la fundación de la Eafit y el Cesa, los Santo Domingo de la Uninorte y los Barberi y varias familias azucareras de la Icesi
Casi todas las universidades más antiguas de Colombia nacieron a partir del esfuerzo de diferentes comunidades religiosas por tener centros educativos debidamente establecidos en el país. Ese fue el caso, por ejemplo, de la Santo Tomás, que fue fundada por la Orden Dominicana, quienes aún mantienen su propiedad y la de sus cinco sedes; pero también de la Javeriana, cuyos dueños son la Comunidad de Jesús. Sin embargo, el panorama fue cambiando con el pasar de los años y a las públicas que fueron naciendo después como la Nacional, la de Antioquia, la del Valle y varias otras en capitales de departamentos se le sumaron iniciativas del sector privado que vieron la urgencia de responder a las nuevas dinámicas económicas.
La industrialización del país y la demanda para las nacientes empresas plantearon la necesidad de formar profesionales, especialmente en ciencias económicas y administración de empresas -los famosos Master en Business Adminisitration (MBA)- llevó al sector privado a volcarse a apoyar programas de educación superior en las distintas regiones del país.
Así nacieron, entre otras, la Eafit de Medellín, la del Norte de Barranquilla, el Colegio de Estudios Superiores de Administración (Cesa) de Bogotá y la Icesi de Cali, cuatro destacadas instituciones de educación superior privadas apadrinadas por grupos económicos con capitales importantes para asegurar calidad y permanencia en el tiempo.
Las 4 Universidades están especializadas en negocios y su calidad tiene al menos a dos de estas, el Icesi y la Eafit en el ranking de las mejores universidades del formato MBA en América Latina según QS:
La Universidad del Norte en Barranquilla y el empeño de Julio Mario Santo Domingo
El nombre de la universidad privada más importante de la Costa Caribe siempre ha estado ligado a Karl Parrish Jr., por quien fue bautizada su biblioteca. Sin embargo, hay otro personaje con igual importancia en la historia de esta institución y al que homenajean cada que tienen la oportunidad: Julio Mario Santo Domingo. Quien fuera el hombre más rico de Colombia en el siglo XX fue una de las personas a las que acudió el estadounidense para darle vida a esta universidad y él no dudo en apoyar el proyecto a través de su fundación, la cual nació con el nombre de Fundación Barranquilla.
Julio Mario falleció en 2011 y desde entonces su hijo Alejandro preside la Junta Directiva de la fundación
Esta organización fue clave para el crecimiento de la Uninorte con millonarias donaciones en varios momentos de su historia, tanto así que el edificio de Ciencias Básicas e Idiomas lleva el nombre de Mario Santo Domingo. Además, actualmente, en el Consejo Directivo de la Uninorte tiene asiento un representante de la Fundación, como también lo tiene un representante la Fundación de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
Los Echavarría de Corona y su vínculo con la Eafit y el CESA
La Escuela de Administración, Finanzas e Instituto Tecnológico nació apenas ocho años después y desde ese momento comenzó a ser un referente educativo de la región que para entonces ya contaba con la Universidad de Antioquia y con una sede de la Nacional. Entre el amplio grupo de fundadores estuvieron miembros de la familia Echavarría, dueña de la Organización Corona y particularmente Elkin Echavarría Olózoga, pero también rápidamente comenzó a recibir recursos de parte del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), el gran conglomerado paisa que el Grupo Gilinski se encargó de reventar con la compra de Nutresa.
Hoy, entre sus directivos se mantienen varios representantes de tradicionales empresas paisas como Argos, con su expresidente José Alberto Vélez Cadavid; El Colombiano con Luis Miguel de Bedout Hernández, miembro de la familia fundadora del periódico; TCC con Josefina María Agudelo Trujillo o la propia Nutresa, con Carlos Ignacio Gallego. Todos tienen asiento en el Consejo Superior de la universidad.
Pero, esa no es la única institución educativa que cobró vida gracias a la familia Echavarría, puesto que el Cesa también comparte ese mismo origen, solo que en su caso no fue Elkin su fundador, sino su hermano Hernán, quien en 1974 se asoció con el ya expresidente Carlos Lleras Restrepo para darle rienda suelta a la idea.
La sede del Cesa está ubicada en el barrio La Merced de Bogotá
Ellos, apoyados por la ANDI y por Incolda, quienes también participaron en la fundación de la del Norte, le dieron vida a una institución que hoy en día cuenta con un gran prestigio y es una de las más apetecidas a la hora de estudiar administración de empresas. Aunque, eso sí, no es del todo accesible, puesto que un semestre puede costar 21 millones de pesos.
El Consejo Directivo de este centro educativo está conformado por grandes líderes empresariales del país, como es el caso de Felipe Bayón, expresidente de Ecopetrol y hoy miembro de la Junta de EPM o la exministra de Minas, María Fernanda Suárez, egresada del Cesa que hoy preside el Banco Popular de Luis Carlos Sarmiento Angulo.
Francisco Barberi de Tecnoquímicas y los azucareros del Valle han hecho grande a ICESI
Nació como Instituto Colombiano de Estudios Superiores de Incolda en 1979 y en menos de 50 años logró ser una constante en todos los rankings de excelencia académica del país, compitiéndole de tú a tú a la Javeriana de Cali entre las privadas de la región y siendo superada únicamente por la del Valle, la pública más importante. Su Junta Directiva bien podría ser una lista de empresas tradicionales del Valle del Cauca, puesto que en ella tienen asiento representantes de Colombina, Fanalca, los ingenios Providencia y Mayagüez, Carvajal, el Valle del Lili y la gran farmacéutica Tecnoquímicas, cuyo dueño, Francisco Barberi, es el presidente del órgano colegiado que toma las decisiones en la institución.
La Icesi cuenta con un gran campus en el sector de Pance, al sur de Cali
El aporte del sector privado y su presencia en los Consejos Superiores han sido clave no solo para mantener estas instituciones en el tiempo sino para garantizar estabilidad y calidad con un buen cuerpo profesoral, una diversificación de opciones profesionales y unas sedes en proceso de mejoramiento continuo.
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