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El consumo de agua en Bogotá durante el 7 de noviembre se registró en 16,03 metros cúbicos por segundo, lo que refleja un uso constante a pesar de las medidas de racionamiento implementadas por la administración distrital. Es crucial para entender la dinámica entre la oferta y demanda del agua, especialmente en un contexto donde la Alcaldía ha advertido que si los niveles de los embalses caen por debajo del 36 %, se podrían adoptar medidas más severas para garantizar el abastecimiento
A pesar del aumento en los niveles de agua, la Alcaldía continúa con un riguroso plan de racionamiento que afecta a diversas localidades. Este sistema de racionamiento se ha implementado desde abril y busca reducir el consumo y asegurar una distribución equitativa del recurso hídrico.
La situación actual es positiva, pero no exenta de desafíos. La administración local ha enfatizado la importancia del ahorro y uso responsable del agua para evitar llegar a situaciones críticas en el futuro. Con las lluvias recientes, hay una esperanza renovada entre los habitantes de Bogotá, pero las autoridades insisten en mantener la vigilancia sobre los niveles de los embalses y continuar con las prácticas sostenibles para asegurar la disponibilidad del agua
