El pasado 7 de diciembre, apenas un par de semanas después de la dimisión de Juan Lobato, y sin haber ningún otro aspirante que le hiciera sombra, Óscar López fue proclamado secretario general del PSM. El ministro de Transformación Digital, cuya carrera política se ha desarrollado en Castilla y León, llegaba así a la calle del Buen Suceso tras ser designado a ‘dedo’ por Pedro Sánchez.
Dicho aterrizaje no es más que el siguiente paso en la estrategia de Moncloa para tratar de finiquitar a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y principal rival, junto a Alberto Núñez Feijóo, del presidente del Gobierno.
Con el Tribunal Supremo investigando si la supuesta implicación del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, en la filtración del correo de Alberto González Amador responde a la famosa «operación de Estado» que Díaz Ayuso lleva meses denunciando públicamente, Óscar López ejerce de ariete y pirómano a tiempo completo.
López ha hecho buenas migas con Fran Martín, delegado del Gobierno, y ambos han impulsado un perfil demasiado exaltado contra todo lo que sale de la Real Casa de Correos. Especialmente reseñable el caso de López, quien no para de mencionar a la presidenta madrileña en cada intervención.
No importa que sea un acto del PSM o una entrevista en medios de comunicación, López ha adoptado la confrontación con Ayuso de forma inmediata. Tanto es así que, el pasado 8 de enero, en el plató de Espejo Público, el secretario general de los socialistas madrileños nombró a la popular un total de 24 veces en su intervención.
Los calificativos a Ayuso han sido variados y de todo tipo, desde «meme» a acusarla de pronunciar «astracanadas», dominando el castellano de forma notable. Así mismo, ha ‘disparado’ también contra su jefe de Gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, al que acusó de liderar un «Whiskygate».
«Aquí el único ‘Watergate’ de pacotilla es el del señor Rodríguez. Por cierto, ‘Watergate’ supongo que mezclado con whisky de marca. No diría que es un ‘Watergate’, sino un ‘Whiskygate'», proclamó el líder de los socialistas madrileños.
A renglón seguido, López exigió explicaciones a Miguel Ángel Rodríguez, acusándolo de haber soltado «una cantidad de mentiras en sede judicial». Tampoco ha perdido ni un segundo en requerir la dimisión con carácter inmediato de Isabel Díaz Ayuso. Un ministro-secretario con sus funciones bien claras.
Medidas para atacar el bolsillo de los madrileños
Con el 15 Congreso Regional del PSM a la vuelta de la esquina, los próximos días 1 y 2 de febrero, los socialistas dieron a conocer la ponencia marco sobre la que versarán los pilares de la misma. El evento, que se celebrará en la Universidad Carlos III, aspira a dar un giro de 180 grados a las políticas fiscales de Madrid en caso de llegar a Sol en 2027.
Calcando el programa económico de Moncloa, López pretende avivar impuestos como el de Patrimonio y eliminar las reducciones en el tramo autonómico del IRPF. Unas medidas destinadas a tocar el bolsillo de los madrileños, rompiendo la armonía económica de la que disfruta la región en estos últimos años, reactivando el empleo y la inversión.
Según el PSM, la «multitud de bonificaciones y exenciones» del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso «menoscaban los recursos de los que dispone la Comunidad, limitando su capacidad para invertir en políticas públicas y perjudicando a la mayoría social». Por último, pretenden la reducción de jornada laboral que planea implantar Yolanda Díaz en el resto de España.
Ninguneo a Más Madrid
Por último, y como plan para fagocitar los votos de la izquierda, López enarbola la bandera de la «izquierda valiente», una que se olvida por completo de Más Madrid, el partido que, al igual que los socialistas, cuenta con 27 escaños en la Asamblea de Madrid.
El PSM planteó, en su una ponencia para el Congreso Regional, al ministro de Transformación Digital, Óscar López, como una «referencia» en la izquierda sobre Más Madrid. Desde la formación dan por sentado que, pese a los batacazos electorales recientes y la pérdida de influencia en el espectro político madrileño, ahora ellos son «la referencia de la izquierda madrileña». Algo que tendrán que demostrar en 2027.