La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado este domingo optimista de cara a alcanzar un acuerdo sobre la reducción de la jornada laboral, al tiempo que ha asegurado que, si al final éste no es posible, el Gobierno va a actuar.
«Queremos acuerdos, sí, trabajamos para el acuerdo, sí, es posible el acuerdo, siempre. Ahora bien, si no hay acuerdo el Ministerio de Trabajo y el Gobierno de España van a reducir la jornada laboral como hemos hecho con el salario mínimo interprofesional», ha señalado en un debate celebrado en el marco de la fiesta anual del PCE.
La vicepresidenta ha explicado que es optimista al respecto porque «la opinión pública ha cambiado, las formaciones políticas se han movido y esta medida sirve para vivir mejor y, como sirve para vivir mejor, sin lugar a dudas, creo que lo vamos a conseguir». El objetivo de la reducción de la jornada laboral es «vivir mejor» y es el debate democrático por excelencia, porque va de algo clave que es mejorar la productividad y distribuirla de manera justa, ha indicado.
La productividad en la parte de los trabajadores se ha incrementado por encima del 15% en España y, sin embargo, en la del capital ha caído 21 puntos, por lo que tiene que ser un debate de un reparto igual y «en un marco en el que tenemos beneficios y márgenes empresariales que son brutales», ha agregado.
«Es un debate democrático porque gana tiempo a la vida, porque queremos vivir mejor, porque hay tecnologías suficiente, porque hemos vivido la vida para vivir con dignidad, porque necesitamos ser creo que fundamentalmente humanos, porque necesitamos poder tener tiempo para vivir y esto es clave», ha insistido. «Lo vamos a ganar, no tengáis ninguna duda, lo están haciendo los sindicatos, a los que yo, y más a riesgo de ser polémica, les doy las gracias y les pido que mantengan la movilización de manera absolutamente sostenida, que llegue a todos los rincones de nuestro país», ha apuntado.
En su opinión, no se puede ir en contra de lo que desea la gente y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha salido a situarse en el debate de centralidad, porque «sencillamente no se pueden colocar en frente de sus votantes y es la medida por excelencia en todos los sectores electorales de nuestro país, incluso votando a Vox, que quieren que se haga».
Las formaciones políticas tienen que decidir de qué lado están y «por eso hoy el PP, distanciándose de la CEOE, se ve obligado a remangarse y decir que quiere hablar de la reducción de la jornada laboral porque le saldría demasiado caro colocarse extramuros de un debate que es de época», ha afirmado. «La opinión pública está nuestro favor y, cuando el viento está a favor de la gente, no hay nada que hacer más que ganar esta decisión que va a ser clave, pero es que, además, tenemos razón para hacerlo», ha añadido. A su juicio, es la batalla de época porque «va a ser un antes y un después en nuestro país, pero también porque abre un imaginario de futuro en la gente de este país», ha concluido.
Unai Sordo, por su parte, ha indicado que si no hubiese acuerdo tripartito con la patronal, habría que instar a la «mayoría progresista» para que hubiese una acción legislativa al respecto, aunque ha señalado a Junts y al PNV como posibles desestabilizadores de un acuerdo.
«¿Os pensáis que una persona que vota a Junts o que vota al PP, Sumar o PSOE no ve con simpatía algo tan de sentido común como es que se pueda reducir la jornada de trabajo teniendo en cuenta todo lo que ha mejorado la productividad de las empresas y quién se ha apropiado de esa productividad?», se ha cuestionado Sordo.
Tanto Sordo como Díaz han hecho hincapié en la desconexión digital, un derecho que debe estar pautado: «Que no tengáis ninguna consecuencia laboral porque vuestro jefe o vuestra jefa os envía un email o un Telegram o un WhatsApp diciendo que tienes que hacer no sé qué fuera de tu jornada laboral«, ha subrayado la ministra de Trabajo.