El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, blinda a su número 2 y número 3, María Jesús Montero y Santos Cerdán, en la Ejecutiva del partido. Así lo confirman fuentes de Ferraz tras horas de negociación en el Congreso Federal del partido, donde se está decidiendo el nuevo organigrama del PSOE de cara a los próximos años. De esta forma, Sánchez apuesta por la continuidad y da un espaldarazo a Santos Cerdán tras la acusaciones del presunto conseguidor del caso Koldo, Víctor de Aldama, sobre presuntas mordidas.
En concreto, dijo que Koldo García le habría entregado un sobre con 15.000 euros en un bar en las inmediaciones de la sede de Ferraz e hizo alusión a un «cupo vasco» sin profundizar más en ello. Al respecto, el propio Cerdán negó la mayor y aseguró que lo que había dicho Aldama era completamente falso ya que tan siquiera le conocía. Precisamente, el otra vez designado secretario de Organización ha dado uno de los discursos clave en este cónclave. En clara referencia a las declaraciones de Aldama, ha denunciado una «cacería humana» y de mentiras contra el PSOE desde los medios y también en las sedes judiciales.
Fiel escudero de Pedro Sánchez y encargado de negociaciones clave, Cerdán continuará al frente de la organización del partido en un momento álgido por el estallido de las batallas por los liderazgos territoriales. Una vez concluya este congreso, es el turno de los cónclaves territoriales y sus correspondientes primarias, en los que Cerdán jugará el papel protagonista desde Ferraz. Su continuidad era un secreto a voces en las últimas semanas, más después de que Aldama hiciese esas declaraciones ante el juez. A partir de ese momento, cualquier movimiento de su nombre en el organigrama socialista podría interpretarse como una pérdida de confianza.
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