Conductores enfrentarán sanciones económicas por negarse a hacer su trabajo.
La negativa de algunos taxistas a prestar su servicio ha sido una queja recurrente entre los usuarios del transporte público en Colombia.
Frases como «por allá no voy» se han vuelto comunes, especialmente cuando los conductores consideran que el destino es inconveniente, ya sea porque se trata de un viaje largo o muy corto. Esta situación ha generado frustración entre los pasajeros, quienes esperan un servicio accesible y justo.
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¿Qué pasa si un taxista se niega a prestar el servicio de transporte?
Esta práctica podría tener consecuencias legales. De acuerdo con el Código Nacional de Tránsito, los taxistas que se nieguen a transportar a un pasajero sin una justificación válida pueden enfrentar multas económicas severas.
Específicamente, la resolución 3027 de 2010 establece que la negativa a prestar el servicio puede resultar en una sanción equivalente a 45 salarios mínimos legales diarios vigentes, lo que en 2025 se traduce en aproximadamente $1.811.800 pesos colombianos.
Las autoridades han intensificado los controles sobre esta problemática, buscando garantizar que se respete el derecho de los ciudadanos al acceso al transporte público.