Miles de personas se han movilizado en todo Estados Unidos para expresar su rechazo a las políticas impulsadas por Donald Trump desde el inicio de su segundo mandato; entre ellas, los aranceles a las importaciones desde el extranjero que ahora amenazan con poner en jaque a la economía estadounidense y mundial. Bajo el lema «Hands off» («¡Manos fuera!»), estas protestas se perfilan como las más multitudinarias desde el regreso del presidente a la Casa Blanca.
En total, más de 1.200 manifestaciones se han llevado a cabo en todo el país, en una muestra de descontento generalizado. Las protestas han sido organizadas por más de 150 grupos, entre ellos organizaciones de derechos civiles, sindicatos, colectivos LGBTQ+, asociaciones de veteranos y activistas por la transparencia electoral, reflejando la diversidad de sectores sociales que cuestionan el rumbo del gobierno actual.
Las movilizaciones responden, entre otras razones, a la reciente decisión presidencial de imponer aranceles a las importaciones globales, una medida que en el caso de la Unión Europea alcanza el 20 %. Esta decisión ha generado fuertes críticas tanto a nivel interno como internacional, por su posible impacto económico y diplomático. Las protestas han sido organizadas por más de 150 grupos, entre ellos organizaciones de derechos civiles, sindicatos, colectivos LGBTQ+, asociaciones de veteranos y activistas por la transparencia electoral, reflejando la diversidad de sectores sociales que cuestionan el rumbo del gobierno actual.