La historia de María Gómez y Adrián de Marcos: 10 años conquistando paladares con estrella Michelin y dos Soles Repsol

La historia de María Gómez y Adrián de Marcos: 10 años conquistando paladares con estrella Michelin y dos Soles Repsol

Magoga no es solo un restaurante, es una experiencia que rinde homenaje a la historia, la tradición y los productos del campo de Cartagena. Desde su apertura en 2014, este espacio liderado por la chef María Gómez y el sumiller Adrián de Marcos ha sabido evolucionar hasta convertirse en un referente gastronómico a nivel nacional, reconocido con una estrella Michelin y dos Soles Repsol. Ahora, en su décimo aniversario, el restaurante reafirma su identidad con una propuesta renovada, sin perder su esencia: que cada comensal sepa que está en Cartagena.

María Gómez, nacida en Fuente Álamo en 1987, creció rodeada de la tradición agrícola y ganadera de su familia. Desde pequeña observó a su abuela cocinar y a su abuelo cuidar de los animales, un vínculo con la tierra que hoy define su cocina. Su pasión la llevó a formarse en la Escuela de Hostelería AIALA de Karlos Arguiñano y el Basque Culinary Center, pasando por templos gastronómicos como Arzak y El Bulli. Cuando conoció a Adrián de Marcos, su pareja en la vida y en el negocio, decidieron unir fuerzas para crear un espacio que reflejara la riqueza culinaria de su tierra natal.

Un equilibrio perfecto entre mar y campo

El alma de Magoga está en sus ingredientes. La chef ha sabido recuperar productos autóctonos que estaban en peligro de caer en el olvido, como el chato murciano o el cordero lechal del Parque Regional de Calblanque, cuyo pasto en playas vírgenes aporta un sabor único. Los pescados y mariscos de la bahía de Cartagena también tienen un papel estelar, con especies como el rape, la raya, la quisquilla y el atún rojo de El Gorguel.

No menos importante es la despensa de secano, abastecida por la Finca El Soto, propiedad familiar de María, con más de 100 años de historia. Aquí se cultivan almendros, algarrobos, higueras y olivos sin necesidad de riego, en una apuesta por la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.

Una propuesta culinaria con identidad

Magoga ofrece dos menús degustación que capturan la esencia de su cocina. Menú Ánima (120 €, con maridaje opcional por 90 €): Un recorrido por la tradición y la innovación, con platos como la ventresca de atún rojo con escabeche de tomates y fresas, el cordero lechal asado en su propio jugo y el arroz meloso de setas encurtidas. Para el broche final, destaca el espectacular carro de quesos de Adrián de Marcos, considerado uno de los mejores de España.

Menú Hábitat (80 €, con maridaje opcional por 50 €): Una versión más corta pero igualmente contundente, con opciones como quisquilla de la costa murciana con néctar de sus cabezas, alcachofas baby con anguila ahumada y foie, y cordero lechal de Calblanque.

Además, los clientes pueden optar por una selección a la carta con entrantes como la ventresca de atún rojo con tupinambur y collejas (25 €), pescados frescos del día (34 €) y carnes como el cochinillo deshuesado con piel crujiente (36 €).

La bodega, un viaje a través del vino

Si la cocina es el alma de Magoga, la bodega es su corazón, con más de 750 referencias seleccionadas por Adrián de Marcos. Su pasión por los vinos lo ha llevado a explorar bodegas de todo el mundo, con especial atención a los blancos, que maridan a la perfección con los productos del Mediterráneo. Su labor le ha valido el reconocimiento como Mejor Sumiller de la Región de Murcia en 2018.

Recientemente, Magoga ha reformado su local para ofrecer una experiencia aún más íntima y exclusiva. Ahora cuenta con solo 10 mesas y un reservado, lo que permite una atención más personalizada. La decoración se ha inspirado en los tonos cobrizos de las minas de la Unión y en los paisajes de la costa cartagenera, con materiales naturales y mesas de piedra sin mantel, aportando un ambiente elegante pero acogedor.

Mi Mare, el lado más desenfadado de María y Adrián

Para quienes buscan una experiencia más informal, el equipo de Magoga ha abierto recientemente Mi Mare, un bar de tapas donde reinterpretan clásicos con productos locales. En su carta destacan las bravas, la ensaladilla con encurtidos, el tartar de atún rojo con arroz de Calasparra, las croquetas de jamón y la marinera cartagenera. Todo ello con un ticket medio de 25 euros, democratizando la alta cocina sin perder calidad.

Magoga ha sabido consolidarse como uno de los restaurantes más destacados de España gracias al esfuerzo y la pasión de María Gómez y Adrián de Marcos. Su cocina, basada en el respeto por la tradición y la búsqueda constante de la excelencia, es un reflejo del amor por su tierra. Diez años después, su compromiso sigue intacto: ofrecer a sus comensales una experiencia inolvidable que los transporte a la esencia del Campo de Cartagena.

Fuente