Ciudadanos celebran las acciones, mientras vendedores ambulantes exigen soluciones.
El crecimiento de los vendedores ambulantes en diversas zonas de Bogotá ha generado tanto oportunidades de empleo como grandes desafíos para la convivencia y seguridad de los ciudadanos. A pesar de que muchos de estos vendedores dependen de este trabajo para su sustento, la ocupación del espacio público se ha convertido en un problema que afecta directamente la movilidad de los bogotanos y fomenta la inseguridad en las calles.
¿Qué está haciendo la alcaldía para recuperar el espacio público?
Uno de los puntos críticos en este sentido es el túnel de la estación de Ricaurte, una de las zonas más afectadas por la invasión del espacio público. En respuesta a esta situación, la Alcaldía de Bogotá, en conjunto con TransMilenio, ha implementado una serie de intervenciones para recuperar estos espacios y garantizar que los peatones puedan transitar sin obstáculos.
Este esfuerzo ha sido bien recibido por muchos ciudadanos que piden que la Alcaldía amplíe las acciones a otras zonas de la ciudad. En redes sociales, varios usuarios expresaron su preocupación sobre el desorden y la falta de control en áreas como la carrera Séptima, donde la presencia de vendedores ambulantes dificulta la circulación y genera un ambiente de inseguridad.
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¿Cómo ha respondido la comunidad a estas intervenciones?
“Junto con @PoliciaBogota en el Túnel Ricaurte, mantenemos los espacios públicos libres y despejados, una cuestión de orden vital para la seguridad. Ante una contingencia, cada segundo cuenta, y un paso obstruido puede marcar la diferencia. Respetemos estos espacios, una responsabilidad compartida que protege nuestras vidas y las de los demás”, publicó TransMilenio en sus redes sociales, destacando la importancia de mantener los espacios despejados.
¿Qué piensan los vendedores ambulantes sobre las intervenciones?
Sin embargo, no todos los comentarios sobre estas intervenciones han sido positivos. Un sector de la ciudadanía, especialmente los propios vendedores ambulantes, ha manifestado su rechazo a las acciones de desalojo, argumentando que este trabajo es su única fuente de ingresos. «Esto es lo único que tenemos para comer. El alcalde debería buscar soluciones para que podamos seguir trabajando sin afectar a los demás», expresó un vendedor en redes sociales.
¿Cuáles son los problemas adicionales que enfrenta el centro de Bogotá?
Además, algunos ciudadanos se quejan de la presencia de otros problemas en el centro de la ciudad, como el consumo de sustancias psicoactivas en espacios públicos y la falta de higiene en los puestos de venta ambulante, lo que agrava aún más la situación. “Es urgente que se tomen medidas en zonas como la carrera séptima, donde el caos es total y la imagen de la ciudad se ve afectada”, señaló un residente del sector en una publicación dirigida al alcalde Carlos Fernando Galán.
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¿Qué sigue para los vendedores ambulantes y la ciudad?
Aunque aún no hay un pronunciamiento oficial sobre nuevos desalojos, se espera que la Alcaldía continúe con la recuperación del espacio público para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos. La preocupación por el desorden y la inseguridad sigue siendo uno de los temas más relevantes en el debate sobre cómo equilibrar el derecho al trabajo de los vendedores ambulantes con las necesidades de orden y seguridad en la ciudad.
Con la creciente presión de los ciudadanos y el compromiso del alcalde Galán de mejorar las condiciones en el espacio público, parece que las intervenciones en zonas conflictivas se intensificarán en los próximos días. Sin embargo, las autoridades también deberán considerar las posibles soluciones para los vendedores ambulantes, buscando alternativas que les permitan trabajar de forma ordenada y en condiciones más seguras tanto para ellos como para los peatones.