La casa de Gran Hermano ya ha visto los besos encubiertos de Nerea y Luis, conocido por el nombre de Diego en su falsa identidad en el reality. También los de Vanessa y Javier, que aumentaron el nivel al ‘edredoning’.
Todavía no había surgido ningún beso de concursantes que no fueran parejas. Hasta esta semana. Edi y Ainara (Violeta) protagonizaron un apasionado morreo en el jacuzzi. «Es de 12 puntos, porque no se puede dar más», opinaba en plató Frank Blanco. «A mí me ha encantado», añadía Marta Peñate.
Sin embargo, el drama que había detrás de aquel gesto le dio la vuelta a las opiniones. «Es un falso, que se vaya para su casa«, se quejó Laura, madre de Violeta. «Está jugando a tres bandas», señaló Carolina Sobe.
El motivo fue claro. «Noto más química de personalidad con Elsa que con Ainara, porque Elsa es más mujer», le confesó Edi a Ruvens. «Ainara tiene 22 años y yo 34, pero tengo con ella más química sexual», añadió. «Sentimiento tengo cero», concluía.
En las mismas imágenes, los espectadores pudieron ver el pacto que tenían Edi y Ainara. «Dijiste que, a no ser que me quisieras conocer más, no ibas a hacer nada conmigo«, le recordó Ainara al gallego. «Tampoco puedo evitar la tentación de besarte», le respondió él.
Tras el beso del jacuzzi, volvieron a besarse en los vestidores. Tras ello, cada uno se fue con su grupo de amigos. «No ha pasado nada, no ha habido beso», le mintió Edi a sus amigos. «Si tengo que nominarla, lo haré. Primero van los míos», revelaba el chico.