La Revuelta contó este miércoles con un invitado muy especial, el doctor Diego González Rivas, que comentó con Broncano detalles de su trayectoria profesional y de las intervenciones que ha realizado.
El presentador le preguntó si era el cirujano que había operado en más países y en más hospitales del mundo. El gallego le confirmó que así era: «En 136 países».
El doctor recordó una experiencia «muy peculiar» en Turkmenistán en donde, le llamó la atención que todos los coches «fueran blancos, para respetar la armonía, e incluso hay un Ministerio del Caballo».
«¿Tienes contacto con algunos de los que has operado?», le preguntó el conductor del programa de La 1. «Casi siempre suelo hablar con mis pacientes», apuntó González Rivas.
Y añadió que «todos tienen mi teléfono, se lo doy. En general son muy respetuosos. En África, muchos lo consiguen a través de redes sociales o en mi página web».
«De hecho, la semana pasada nos llegó una carta de agradecimiento superemotiva de uno de los pacientes que operamos en Ghana, el primero con una unidad móvil«, recordó.
«Era un chico muy joven que tenía una malformación en el pulmón que le producía echar sangre por la boca, y así llevaba años, en cualquier momento se podía morir», explicó el cirujano.
González Rivas comentó que le operaron y le salvaron. A los pocos días recibieron una carta de agradecimiento: «¿Tienes su móvil?», le preguntó Broncano, que le pidió que le llamaran.
«Se llama Amos», señaló el doctor mientras le hacía una videollamada a su paciente. A los pocos tonos, el ghanés cogió el teléfono y charló con Broncano y su invitado.
«Estoy feliz, estoy saludable», les dijo Amos con gratitud, que contó que en su país no podían operarlo ni costear el procedimiento: «Estuve esperando mucho tiempo».
«En Ghana no me podían operar ni tampoco podía costear la operación. Diego me operó gratis«, afirmó el paciente del cirujano gallego en La Revuelta.
Al terminar la conversación, Broncano exclamó: «A tonto, esto ha sido bonito. Me ha dado alegría por él. Era una persona que veía que iba a vivir muy mal o poco».
González Rivas le contó que «Amos había estado dos veces a punto de morir. Morirte desangrado por la boca es horrible, esa muerte es la peor porque te mueres ahogado en tu sangre«.