Día 1 del soterramiento de la A-5: arrancan dos años de obras y cortes de tráfico para crear un gran paseo verde

Llegó el día. Este miércoles 15 de octubre será recordado por ser el principio del fin a décadas de contaminación, asfalto y ruido en la A-5 a metro y medio de las fachadas de miles de vecinos. En concreto, desde esta madrugada se ha interrumpido la circulación en los cuatro carriles cercanos a la mediana para poder derribarla. Esta primera actuación tiene como objetivo convertir los ocho carriles de la autovía en una plataforma uniforme que permitirá mantener dos vías en cada sentido los dos años que se alargarán las obras. 

Aparte de la reducción de carriles, los conductores también deberán reducir la velocidad y, durante todos estos trabajos, la velocidad máxima de la vía en la zona de obras decrece de los 70 km/h a 50 km/h. Desde el sábado, se han realizado trabajos previos para  ‘allanar el terreno’. El propio sábado se procedió a la demolición de edificios expropiados en las orillas del Paseo de Extremadura. En concreto, se han tirado abajo los bloques de los números 321, 323 y 325 y son bloques de dos plantas con construcciones anexas de menor tamaño. 

Una vez superado el fin de semana, durante la noche del lunes 13 de enero, se realizaron trabajos preliminares en horario nocturno como pintar en amarillo los carriles que se van a mantener, traslado de marquesinas o desvío de rutas peatonales. Ahora, empieza el momento de la verdad y todos los ojos están puestos en el desarrollo del tráfico en la autovía durante esta jornada, que se verá afectado hasta finales de 2026.

En respuesta a la reducción de la capacidad vial a la mitad, el Ayuntamiento de Madrid junto a la Comunidad y el Ministerio de Transportes han diseñado un plan de movilidad para paliar los atascos. Este plan se fundamenta en el refuerzo de plazas de EMT, Cercanías y Metro. Por su parte, los interurbanos realizarán sus viajes desde y hasta Cuatro Vientos y se pondrán en marcha dos lanzaderas entre Cuatro Vientos y plaza Elíptica y entre Cuatro Vientos y Aluche. También se habilita una línea circular entre Batán y Lucero con tres autobuses y con 960 plazas por hora.

En este plan, se delinean una serie de rutas alternativas para el transporte privado que buscan aliviar el impacto sobre los conductores. En concreto, la autovía A-5R se convierte en una vía fundamental para redirigir el flujo de coches por su conexión con la M-40, permitiendo accesos alternos hacia la M-503 y la M-30 sur por medio de la A-42. También el plan recomienda realizar la salida desde Madrid a través de la conexión de la A-5 con la M-30 sur a través de la A-42 o la Vía Lusitana y de ahí a la M-40 o, incluso, a través de la salida de General Ricardos para alcanzar la avenida de los Poblados.