Desigual seguimiento en Canarias a actos contra la inmigración y en defensa de los gatos callejeros

Desigual seguimiento en Canarias a actos contra la inmigración y en defensa de los gatos callejeros

Unas cifras desiguales de seguidores tuvo este domingo el seguimiento en Canarias de manifestaciones públicas contra la inmigración irregular y contra el exterminio de gatos que han reforzado las autoridades canarias en parques naturales protegidos. La primera ha denunciado el apagón informativo en medios oficiales y se organizó entre redes sociales. Por su parte los animalistas denuncian «el exterminio de gatos» al catalogar al felis catus como especie exótica invasora y aplicarles una «solución final» como la eutanasia. Las autoridades canarias y científicos aseguran que la gestión de gastos silvestres se ejecuta cumpliendo la norma y que las manifestaciones en contra son derivadas de bulos. Las manifestaciones contra la inmigración irregular se llevaron a cabo en Gran Canaria y Tenerife con banderas de España y de Canarias, alguna de ellas con la separatista de siete estrellas verdes, bajo el lema ‘¡Canarias tiene un límite!’ y ha exigido «soluciones inmediatas ante la crisis migratoria que afecta a las islas». La convocatoria, organizada por diversos colectivos locales como ‘ De Solidarios a Engañados’, se desarrolló de manera simultánea en la Plaza Manuel Becerra de Las Palmas y acabó circulando cerca del centro comercial Las Arenas mientras que en Tenerife fue frente a la Subdelegación del Gobierno central en la capital tinerfeña. El delegado en Canarias del CSIC, Manuel Nogales, dijo esta semana lo que se está haciendo cumplir las normas de biodiversidad y las de protección animal «y esto de sacar gatos vivos de los espacios naturales protegidos cuando estamos perdiendo biodiversidad diaria, con lagartos al borde de extinción o colonias marinas, y el gato asilvestrado, guste o no, es uno de los causantes de esta pérdida de biodiversidad».Mientras, los responsables de gestión de centros de migrantes de Canarias gestionan la atención a los ocupantes este fin de semana de un cayuco con 175, con 39 mujeres y al menos 10 menores de edad, de los que 9 tienen menos de un año, llegado a El Hierro, donde entre sus ocupantes había un cadáver. Igualmente, por primera vez desde el pasado 6 de septiembre Marruecos ha confirmado que rescató a 38 inmigrantes irregulares en el océano Atlántico suroeste de Dakhla, exVilla Cisneros, a 170 kilómetros de la costa del Sáhara en tránsito a Canarias. El cayuco con 175 migrantes llegado a La Restiga este fin de semana habría partido hace nueve días de Bassar, en Senegal, y sus ocupantes son de Comores, Sierra Leona, Nigeria, Senegal, Guinea Bissau, Gambia y Benín.Entre las principales demandas de los manifestantes sobre la inmigración irregular de este domingo destacan el cese de la llegada «ilegal» de subsaharianos, el aumento de viviendas sociales para los canarios necesitados, y la lucha contra las mafias que, según los organizadores, están vinculadas al tráfico de personas, y con consignas de «primero los canarios». En la marcha, seguida con un discreto dispositivo de la Policía Nacional, atravesó parte de la playa de Las Canteras sin problemas al tropezarse con subsaharianos aparentemente usuarios de servicios públicos.La entidad aninalista Fauda junto a otras protectoras isleñas hizo manifestaciones en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera, La Palma, El Hierro con diferentes recorridos denunciando que «la actitud poco negociadora y dirigida por un grupo de naturistas con mayor aceptación dentro del Ejecutivo canario» ha «levantado la ira de las gestoras de colonias felinas, protectoras de animales y amantes de los animales por igual» para «dar voz a los seres sintientes en este caso al gato callejero de Canarias».Para la Asociación para la Defensa contra Maltrato Animal Lanzarote (Ademal) la chispa que la generado las movilizaciones en defensa de los gatos se debe a que hace pocas fechas se aplicó la muerte no deseada a un gato de la isla de La Graciosa por la decisión de «políticos y medioambientalistas de medio pelo para frenar una de las mayores injusticias, por las que tienen una y otra vez, que pasar nuestros canarios, para defender a nuestros animales de unas garras, más largas y afiladas que las suyas propias, que son la de los seres humanos, muy poco humanos», apostilla Ademal.

Fuente