No todo el mundo ve de la misma manera los tonos verdes y los azules. El neurocientífico Patrick Mineault se dio cuenta de ello por casualidad, cuando debatía con su mujer acerca del color de una manta, que él veía «inequívocamente verde», a diferencia de ella, que pensaba que era «inequívocamente azul».
A raíz de ello, Mineault, que también es programador, diseñó un sencillo test visual con el que los usuarios pueden jugar a clasificar los tonos que ven en pantalla en «azul» o «verde».
Para ello, basta con entrar en la web ismy.blue, donde la pantalla aparecerá en un color determinado y a través de dos botones situados en la parte inferior de la misma el usuario podrá pulsar para determinar si lo que está viendo lo considera parte del espectro del verde o del azul. Finalmente, el test muestra al usuario su percepción en comparación con lo que han visto otras personas que también han hecho esta prueba.
«¿Vemos los mismos colores? Esta es una pregunta que filósofos y científicos se han hecho durante miles de años. Las percepciones de las personas son inefables, y es interesante pensar que tenemos diferentes puntos de vista», indica Mineault en declaraciones que recoge The Guardian.
Esta interfaz diseñada por el neurocientífico ha logrado más de 1,5 millones de visitas desde que se lanzó a principios de agosto. «No me sorprende mucho que haya tenido tanto éxito porque la gente quiere entender cómo ven el mundo los demás», indica Mineault.
Aunque la mayoría de las diferencias en la percepción del color son fisiológicas, como el daltonismo, también puede haber otras relacionadas con aspectos de la cultura o el lenguaje. El neurocientífico Ben Thompson apunta en The Guardian a la hipótesis de Sapir-Whorf de la relatividad lingüística, que sugiere que el lenguaje moldea la forma en que pensamos e incluso cómo percibimos el mundo.
Para ello, utiliza como ejemplo el hecho de que en griego antiguo no existe una palabra para «azul», de ahí que Homero describiese en La odisea los mares tempestuosos como «oscuros como el vino». Sin embargo, el ruso tiene palabras distintas para describir el azul claro y el azul oscuro.
Volviendo a la entretenida web creada por Patrick Mineault, los resultados también tienen limitaciones. Las condiciones de visualización de los colores puede influir en la percepción del color. El modelo de teléfono u ordenador, la configuración de la pantalla, la hora del día o el color que aparece primero pueden influir en las respuestas que den los usuarios.
Para quien busque resultados más ajustados a la realidad, el neurocientífico recomienda hacer el test con otras personas en el mismo dispositivo, de modo que «todos estén en la misma iluminación y en el mismo lugar».
Aunque Mineault no prevé publicar los resultados de los usuarios que han hecho este ejercicio, este tipo de investigaciones abiertas al público ayuda a los científicos a comprender la diversidad de los seres humanos. Julie Harris, profesora de psicología en la Universidad de St Andrews, que estudia el procesamiento visual humano, asegura que «la mayoría de los científicos de la visión siempre han dicho que ‘todos somos iguales’, pero hay todo tipo de evidencia interesante que muestra que la visión puede ser diferente en las distintas culturas», concluye.