Audiovisión, el estudio bogotano donde se hicieron grandes discos de Andrés Cepeda y Fonseca

Audiovisión, el estudio bogotano donde se hicieron grandes discos de Andrés Cepeda y Fonseca

Enrique Gaviria lo inauguró en 1978, pero entonces se llamaba Fonovisión. Clásicos como «La Gota Fría», «Me Gusta, Me Gusta» o «Tengo ganas» se grabaron allí

¿Sabe usted qué es lo que tienen en común Andrés Cepeda, Fonseca, Doctor Krápula, Kraken y muchos otros artistas representativos de la música colombiana? Que todos, en algún momento de su vida, grabaron en un famoso estudio del norte de Bogotá llamado Audiovisión. Un espacio que existe desde hace años y que, en momentos en que no era posible realizar grabaciones decentes desde estudios caseros, marcó la diferencia entre las producciones nacionales de más alto nivel y las que se hacían con mucho esfuerzo.

Audiovisión (entonces Fonovisión) fue creado en 1978 por Enrique Gaviria, pero diez años más tarde cambió al nombre con el que se lo reconoce actualmente. De acuerdo a un texto escrito por el propio Gaviria en una página de rock bogotana llamada Rugidos Disidentes, él inauguró este espacio como un soñador que quería aportar al desarrollo de este género.

Edgar Restrepo Caro era su profesor de radio y él le cargaba los equipos para los conciertos de su banda Génesis, una de las principales creadoras del movimiento del rock colombiano. En uno de esos eventos conoció al recordado locutor Armando Plata Camacho, otra pieza fundamental para que Colombia tuviera su propio rock, quien condujo algunos de los programas radiales más famosos de la época.

Plata Camacho lo invitó a participar en el programa de radio Tú y la música, pero al estar allí también le insistió mucho para que luego de terminar su carrera de comunicación social en la Universidad Jorge Tadeo Lozano estudiara ingeniería de sonido.
Y aunque el rock colombiano ha tenido dificultades, muchas de las que entristecen a Gaviria, quien ha hablado al respecto en su blog personal, Audiovisión le ha dado grandes alegrías. Una de las más importantes, que por allí haya pasado Eddie Krammer, el reconocido sudafricano que ha hecho producciones tan emblemáticas del rock mundial como los tres volúmenes del Alive de Kiss, Cry of love de Jimmy Hendrix o Houses of the holy de Led Zeppelin, uno de los pocos discos que ha editado la mítica banda en los últimos veinte años.

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Así fue como el sueño de un bogotano ayudó a materializar más sueños capitalinos
En 1977, un año antes de la creación de Audiovisión, Enrique Gaviria estaba en New York y pasaba su tiempo entre grabaciones y conciertos. Así que comenzó a imaginar cómo tendría que ser su propio espacio: se lo imagino con dos estudios profesionales para audio, uno que pudiera grabar una orquesta sinfónica o donde se pudiera hacer filmaciones, otro para mezcla y post-producción y uno más que sería necesario para edición de video sincronizado.
Un sueño bastante ambicioso para un productor emergente, pero quizás por estar estructurado de una manera clara fue que Gaviria no tardó en conseguir los socios que se montarían en su proyecto. El arquitecto especializado en acústica John Storyk, famoso actualmente por haber trabajado con artistas tan disímiles como Bob Marley, Whitney Houston, Aerosmith o Goo Goo Dolls, fue el encargado del diseño sonoro.
Al poco tiempo ocurrió la visita de Eddie Krammer, finales de los setenta, y poco tiempo después la entonces llamada Fonovisión prestaba los servicios de grabación y amplificación de conciertos en la ciudad de Bogotá. Gaviria la estaba sacando del estadio, pero todavía seguía apostándole al rock colombiano y le regalaba horas de grabación a algunos músicos. En el artículo de Rugidos Disidentes, él se arrepiente.
Aunque Gaviria no lo dice en el artículo, uno de los pocos textos que han abordado la historia de este mítico estudio capitalino, entre mediados de los setenta y comienzos de los ochenta existió una especie de oscurantismo en el género, en el que muchos artistas se habían dedicado a la balada (plancha) o al tropical.
Propuestas como Ship, Traphico y posteriormente Kraken o exponentes del ultra metal paisa como Parabellum, le demostraron a los soñadores de ese género que vivir de la música en Colombia sí era posible.

La era dorada de Audiovisión
Álbumes emblemáticos de la música colombiana como La Tierra del Olvido de Carlos Vives, Kraken Filarmónico de Kraken o incluso discos de Andrés Cepeda como Se Morir o El Carpintero han sido grabados parcial o totalmente en los estudios de Enrique Gaviria que actualmente están ubicados a la salida de Bogotá.
Pocos colombianos saben que cuando transitan por la avenida séptima, más o menos a la altura de la 180, hay un portón metálico que da paso a una casa campestre donde grandes estrellas de la música colombiana han dado rienda suelta a su creatividad: Aterciopelados, Fonseca, Jerau, Doctor Krápula, son algunos de ellos.
Incluso Estudios Audiovisión tiene su propia lista de Spotify, que está formada por los éxitos de rock, pop y música tropical que se han grabado en el lugar: «Florecita rockera» de Aterciopelados, «El Pibe de mi Barrio» de Doctor Krápula, «Las Horas» de Diamante Eléctrico, «La Gota Fría» de Carlos Vives, «Que No Se Enteren» de Silvestre Dangond, «Pa’ Afuera Los Dolores» de Adriana Lucía, son algunos de los muchos éxitos que se han creado en este espacio capitalino.
Además, todavía hay músicos que siguen contratando horas en el estudio, porque aunque tengan equipos carísimos y muy específicos para realizar sus grabaciones, también entienden que a veces es mejor que la captura del sonido de sus canciones sea tan pulido como sea posible.

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