El conflicto de Oriente Medio continúa. Durante la última noche, una andanada de unos 40 cohetes fueron lanzados desde el Líbano a Israel, en el último intercambio de fuego que ambos mantienen desde octubre. El Ejército de Israel ha informado esta madrugada que han interceptado la mayoría de ellos y no han causado ninguna víctima. Además, ha comunicado la muerte de dos supuestos atacantes que intentaron explosionar dos coches bomba en operaciones simultáneas en la Cisjordania ocupada cerca de Hebrón —en el asentamiento de Karmei Tzur y en el cruce de entrada del bloque de colonias de Gush Etzion—.
El Ejército aseguró también haber bombardeado los puntos de lanzamiento en el suroeste del Líbano, en concreto, en las áreas de Naqoura, Tayr Harfa y Yaroun, entre otras. En Tayr Harfa, el Ejército dijo ayer también haber atacado una estructura militar, después de que entraran en ella supuestos miembros de Hizbulá.
Además, la artillería atacó varios lanzadores de cohetes supuestamente «listos para usar» en las áreas de Maryamine y Yaroun, en el sur del país vecino.
Israel y Hizbulá
Hizbulá lanza diariamente -desde el inicio de la guerra en Gaza- cohetes contra Israel, a los que este responde con fuerza y ya ha causado la muerte a más de 120 civiles libaneses, incluidos 19 menores y tres periodistas, además de a cerca de 400 hombres de Hizbulá, entre otras milicias.
En Israel han muerto 50 personas en el norte: 24 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores o adolescentes en un ataque en los Altos del Golán sirios ocupados.
El pasado 25 de agosto, el riesgo de una guerra regional aumentó significativamente, después de que Israel bombardease el sur del Líbano con más de 100 aviones de combate, adelantándose a un inminente ataque en represalia a gran escala contra el norte y centro del país.
La milicia proiraní había prometido este ataque casi un mes atrás, en venganza por el asesinato del máximo comandante militar de Hizbulá, Fuad Shukr, en un bombardeo israelí el 30 de julio a las afueras de Beirut.
Hizbulá dijo haber lanzado más de 300 proyectiles, mientras el Ejército israelí detectó unos 210 cohetes y 20 drones explosivos; interceptados en su mayoría.
Esa jornada dejó cuatro muertos: tres en el sur de Líbano, uno de los cuales era un miliciano del grupo chií Amal, y un soldado de la Marina israelí.
Dos coches bomba contra Israel
Según fuentes castrenses, alrededor de la medianoche un hombre entró con su vehículo en el asentamiento de Karmei Tzur y, tras ser perseguido por agentes de seguridad locales, su coche fue embestido y él disparado mortalmente.
El Ejército detalló que el atacante había abierto fuego antes de la colisión y que esta causó una explosión del vehículo, hiriendo de forma leve al guardia.
Minutos antes del tiroteo en Karmei Tzur, un vehículo explotó en una gasolinera cerca del cruce de Gush Etzion, a unos ocho kilómetros de distancia.
«Una investigación inicial indica que el incidente fue un intento de atentado con coche bomba por parte de un terrorista», dijo el Ejército en un comunicado a las 4:00 hora local de la madrugada.
Las fuerzas israelíes dispararon y mataron al atacante después de la explosión, mientras que un comandante de la brigada regional Etzion y dos uniformados resultaron heridos leve. Ninguna de las víctimas mortales ha sido identificada, aunque todo apunta a que podrían ser palestinos.
Fuerzas castrenses, de la Policía y del servicio de inteligencia interior (Shin Bet) fueron desplegadas en la zona para buscar a posibles terceros atacantes, y sobre las siete de la mañana el Ejército anunció a los residentes de Karmei Tzur que ya podían salir de sus hogares.
En un comunicado, el grupo islamista Hamás calificó hoy ambas tentativas de «doble operación heroica», si bien no reivindicó los hechos como suyos, y dijo que se produce en un «momento crítico» que coincide con la escalada de violencia israelí en el norte de Cisjordania, que ya ha causado la muerte a 20 palestinos en redadas en Yenín, Tulkarem y Tubas.